Lolo y Diego, los canteranos que estos días se encuentran con el primer equipo, aportan la ilusión al stage de El Albir. Lolo Ivars ha sido el último jugador en sumarse a la nómina de canteranos que gozan de una oportunidad. “Es mi regalo de cumpleaños” aseguraba antes de partir y es que el delantero del filial cumplía ayer 20 años. Nacido en Alicante, estaba destinado al fútbol desde antes de nacer. Lolo procede de una rama de futbolistas. Su abuelo Fernando Santos llegó a vestir la camiseta de Hércules, Betis, Recreativo de Huelva y Alicante, mientras que su hermano Raúl fue una de las piezas clave en el ascenso del Hércules a Primera en la temporada 1995-96. Lolo empezó a formarse en las inferiores del Betis Florida, en el Alicante pasó su etapa infantil y cadete para despuntar los siguientes años en el Elche.
Llegó este verano de la mano de Carlos Carreño (entrenador del Cadete A blanquiazul) para ser la piedra angular en el nuevo proyecto del Alcoyano B. “Tenía ganas e ilusión por seguir aprendiendo y creciendo como futbolista y ahora me llega esta oportunidad con el primer equipo. Espero dar lo mejor de mí mismo estos días”. Pero Lolo ya ha estado a las órdenes de David Porras. Requerido para algunas sesiones y con minutos en amistosos ante equipos como el Villena o Rayo Ibense, el alicantino mostró su buen hacer. El mismo que le ha llevado a ser clave con el filial con el que suma 7 goles.
Con olfato goleador y trabajador, esos son los requisitos que debe cumplir el delantero del primer equipo en el mercado invernal y él los reúne. Un canterano que aunque ama el fútbol cuando deja de lado el balón solo quiere estar con su familia. “Mis abuelos Santos, Paquita (presente aunque ya no está entre ellos), Pepa y Yayo, además de mis padres Paqui y Pompilio, mis hermanos Álvaro y Raúl y mis amigos, son mi fuente de energía”.
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